¿Eres de los que piensas que siempre sales mal en tus fotos o de los que prefiere no hacérselas para evitar verte mal en tus redes sociales? Salir bien en una foto no es cuestión de belleza sino más bien de fotogenia, es decir, la seguridad con la que te enfrentas a la cámara. Hay personas muy guapas que no salen bien en las fotos y otras que siempre salen bien y no son precisamente bellas.
Como vivimos en una era eminentemente tecnológica, en donde nuestras redes sociales se han convertido en una herramienta, no solo social, sino también profesional, hoy queremos darte un serie de consejos para que Facebook, Instagram o Twitter dejen de ser una pesadilla a la hora de subir una foto.
¿Cómo miras a la cámara?
El primer consejo tiene que ver con tu forma de mirar a la cámara. Si te intimida tanto que al final acabas poniendo una mueca en la que no te reconoces, mira ligeramente hacia abajo o hacia un lado, eso te ayudará a relajar tus facciones. También puedes probar mirando a un lado y después volver a mirar al objetivo, ese simple gesto suele ya relajar tu rostro.
Ensaya tu media sonrisa
A menos que tengas la sonrisa de Julia Roberts o los dientes de un anuncio de pasta de dientes, sonreír en exceso resaltará un poco las posibles ojeras o patas de gallo o las normales arrugas de la edad. Tampoco te pongas tan serio como para dar sensación de rigidez e incomodidad. Deja ligeramente abiertos los labios y pon una sonrisa media, eso siempre ayuda a salir bien.
¡Fuera rigidez!
Para mejorar nuestra fotogenia, también es bueno recordar que tienes articulaciones y extremidades que puedes mover para no parecer que estás excesivamente rígido. Busca tu posición abriendo o juntando las piernas, dejando el peso sobre una de ellas o el cuerpo ligeramente inclinado hacia un lado. Haz lo mismo con tus brazos. Una ligera sensación de movimiento le dará más naturalidad a tus fotos.
Juega con la luz
No existe una única luz para las fotos, pero sí hay un tipo de luz que te hará salir más guapo o guapa. Por ejemplo, siempre se debe evitar la luz directa que nos hace guiñar los ojos o sacar a relucir todos los brillos de nuestra piel. Así que busca una luz indirecta de una ventana o si quieres darle un toque artístico juega con los contraluces, eso siempre le da un toque pro a tus fotos.
No estires el cuello como un avestruz
Y, por último, si te van a hacer un primer plano, toma nota y no hagas esto. Jamás te encorves, o estires demasiado el cuello o subas el mentón hacia arriba. Es importante mantener el cuerpo recto, pero también relajado. Mejor inclinar levemente la cabeza hacia abajo cuando la cámara está de frente.
Espero que te hayan ayudado estos consejos a perder ese miedo escénico a la frase “¿nos echamos una foto?”. La fotogenia se puede entrenar, así que, cuantos más fotos te hagas, mejor saldrás en ellas, solo tienes que conocerte y encontrar una posición cómoda y natural. Prueba alguno de estos consejos y cuéntanoslo en nuestras redes sociales.
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